jueves, 24 de octubre de 2013

Machado vuelve a Sevilla

“Machado vuelve Sevilla”, así es. Este artículo nos cuenta como el gran poeta sevillano vuelve a aparecer en Sevilla.

 Este texto escrito por Antonio Rodríguez Almodóvar nos cuenta la historia de 770 manuscritos de los hermanos Machado, que aparecieron en 2002 en una subasta en Sevilla. La preocupación que el escritor nos cuenta es claramente comprensible, ya que está preocupado por si esos 770 manuscritos los compra alguna persona que no sea de Sevilla, aunque eso no sería lo más grave, ya que lo peor sería que los comprara un extranjero y no volviéramos a saber nada de esos documentos. Al abrirse la puja se hace una puja inicial por 575.000 euros, y una segunda y última puja por 625.000 euros. Parece mentira que un documento tan importante para la cultura y la historia de este país solo alcanzara el pobre número de dos pujas, lo que habla mal de nosotros, al menos desde mi punto de vista.

Lo mejor de la subasta fue que el ganador fue el dueño de Unicaja, de Málaga, por lo que los 770 manuscritos se quedaron en el país, y como este seños es un apasionado de los hermanos Machado dijo que los documentos no saldrían de Sevilla, cosa que alegro mucho a la gente que de verdad se preocupa por la cultura de nuestro país, y un gesto noble por parte del comprador.

Lo que más destaco de este artículo es el entusiasmo del escritor solo por poder leer los manuscritos, lo que me hace pensar que recibió la educación más adecuada posible, en lo que a cultura y lectura se refiere, ya que ese entusiasmo por leer unas piezas claves en nuestra historia literaria nos dice que Antonio Rodríguez Almodóvar recibió una buena motivación de cara a la lectura, y es lo que tenemos que intentar conseguir en nuestro futuro como docentes.

 Evidentemente cada persona tiene unos gustos y una forma de ser, pero la lectura, es algo que debemos intentar implantar y arraigar en nuestros alumnos en todos nuestros años ejerciendo la docencia, o al menos, es algo que quiero intentar hacer.

lunes, 21 de octubre de 2013

Libros de teatro al servicio de la educación

El autor de este artículo es Juan Cervera Borrás, y el título es “Libros de teatro al servicio de la educación”. Fue precisamente el título del artículo lo que me llamó la atención, ya que el teatro es un género que me gusta mucho. Conforme iba leyendo el artículo, el autor me iba convenciendo de la importancia del teatro en el aula y a su vez de la carencia de éste en el aula. Esto se debe, afirma Juan Cervera, por una parte a la falta de economía y por otra a los escasos conocimientos por parte de la mayoría del profesorado de este tipo de textos. Es por esto por lo que resulta muy difícil encontrar libros de teatro en las bibliotecas de aula y de los colegios. Si acaso, encontramos libros de teatro clásicos, que también son importantes, pero son significativos lo teatros escritos para niños y adolescentes y los teatros escritos por los propios alumnos. Yo estoy totalmente de acuerdo con lo anterior, ya que el año pasado en una asignatura me pedían hacer una reseña un libro que no fuera narrativo y fui a buscar en la biblioteca libros de teatro pero no tuve ningún éxito. En este artículo, el autor, también afirma que los teatros que son llevados al aula por el profesor, normalmente, son teatros buscados para salir del paso, el maestro no se sienta a buscar y estudiar teatros que resulten significativos para el alumno y por esto los alumnos pierden interés por este género. Si no recuerdo mal, cuando yo estudiaba primaria, lo poco que vimos de teatro, era algún fragmento que estaba en el libro de texto. Yo iba a teatro como actividad extraescolar y de esta manera fue como aprendí a interpretar y meterme en la piel de los personajes y sobre todo aprendí a hablar en público de una manera clara y expresiva. Como conclusión, añadir que es muy importante trabajar el teatro con los alumnos, tener una buena biblioteca dramática de aula, y transmitir el gusto por su lectura, ya que así se trabaja la interpretación, expresión, la empatía, etc. y beneficiará al alumnado de cara a años posteriores cuando tenga que hablar en público.

Presentación de la Unidad Didáctica

viernes, 18 de octubre de 2013

Un clásico de nuestra Literatura Infantil en USA
Las traducciones de Antoniorrobles al inglés (1936-1954)



Nuestro querido autor del texto, Jaime García Padriano, explica de una manera breve, pero concisa, la escasez que ha tenido la  literatura infantil hasta el momento, en cuanto a traducciones no hispánicas  se refiere. Los motivos que él mismo expone son  bastante lógicos aunque no por ello del todo ciertos.

Se fundamentan principalmente en una cosecha excelente del propio autor, es decir un factor personal e intrínseco que lo caracteriza como tal y además un agente del exterior, una unión que no podría ser factible sin esa intención o  deseo de traducir una obra determinada simplemente por creer que es merecedora de ser expuesta y conocida a diversas lenguas y culturas distintas a la nuestra.

La curiosa, pero agradable anécdota  de cómo el autor de literatura infantil Antoniorrobles (primer español traductor a lenguas no hispánicas) y su traductor Huberman, es un claro ejemplo de los “golpes de suerte” que la vida puede darnos a veces, aunque está claro que en este caso un respaldo importantísimo son las editoriales, pues sin éstas  no podrían haberse llevado a cabo las publicaciones.

De esta forma, la traducción de una determinada obra literaria responde, entre otros motivos más o menos determinantes, a la evidente voluntad de su traductor o de un editor por difundir lo escrito en otras lenguas, para incorporarlo así a una realidad lingüística o literaria distinta. Esta es la verdadera razón desde un punto de vista objetivo, por el que nuestro autor del texto argumenta el hecho de que las traducciones literarias han de llevarse a cabo. Pero bien, ¿Por qué hasta este momento y a día de hoy, solamente hemos podido ser conocedores a ciencia cierta de unas pocas obras literarias? Estoy segurísima que  a más de uno, de dos, y de tres autores se les ha pasado por la cabeza esta idea, y de la misma forma, así como a otros muchos editores, pero por razones no evidentes y poco entendibles a ojos de un lector, es difícil entender como se ha llegado hasta tal punto de que desde 1936(primera obra que el autor reconoce traducida), solo se pueda hablar de unos pocos  autores  que hayan  traducido sus obras infantiles literarias a ciencia cierta.

La crítica es bella. Cómo analizar libros para niños.

He elegido este artículo ya que al leer el título me ha parecido un tema interesante y que hasta el momento no me lo había planteado. Al comienzo, la autora expone sus ideas en una introducción sobre la situación en la que se ha encontrado la literatura infantil, y para abrir la veda lanza dos preguntas: ¿Es lícito que yo imponga mi opinión? ¿Bajo qué conceptos estoy proponiendo lecturas?

Desde siempre la literatura infantil ha estado reprimida y manipulada, sin formar parte de lo que se puede llamar literatura con mayúsculas pero, sin embargo, se ha convertido en una industria y es necesario seleccionar y hacer crítica entre tantos títulos que se publican. Los métodos de selección más comunes van desde criterios económicos, morales o pedagógicos, además de que dichos títulos son escritos y recomendados por adultos, aunque cuyos receptores son los niños. Pero este no es el problema, la cuestión es que la crítica no cuenta con un espacio propio, no hay personas responsables de esta tarea que se dediquen solamente a ello y estén especializados como ocurre con la literatura, y la tarea recae en personas cercanas a los niños como psicólogos, pedagogos o maestros. No digo que esto no deba ser así, cualquier profesional relacionado con el ámbito infantil debería tener criterio para seleccionar lecturas, pero hay un vacío de espacios de opinión y crítica. Por ello, en el artículo se proponen diversos elementos para analizar libros infantiles.

Cuando dichos espacios empiecen a funcionar mayor será el abanico de posibilidades a las que podamos acceder, puesto que a día de hoy por lo comentado anteriormente se prefiere hablar de un buen libro que a criticar uno malo, y tendríamos más opiniones fundamentadas que comparar. Como conclusión queda decir que se deben reclamar estos espacios, crearlos y difundirlos para que sean herramientas útiles para los adultos y por lo tanto para los propios niños.